N MEMORIAN
El tigre duerme, Borges. Se ha quedado
en junio y en invierno junto al río
Acaso como un trémulo navío,
acaso entre Palermo y el rosado
almacén recostado en una esquina.
Ginebra y Buenos Aires son un punto
que juegan un eterno contrapunto
en un truco fatal que o termina.
El tigre duerme, Borges. La memoria
va entretejiendo sueños y la historia
de espejos, de malevos y de pampa.
Aquí ha dejado usted el Sur distinto.
Una patria y su nombre. Un laberinto
marcado para siempre con su estampa.
María Inés Cichitti
LA DAGA BORGEANA
Escrito está en la historia del coraje
que una daga cebó en la noche oscura
su filo, y una honda llagadura
fue después cicatriz del malevaje.
Cuentan que ya desnuda del ropaje,
lujuriosa en el aire y en la pura
idea de la sangre y la bravura,
sin más nombró a la muerte su hospedaje.
Ni odio hubo en la reyerta ni hubo duda
del valor que tuviera la adversaria
contra otra daga peleó y fue una muda
danza fatal de una hembra que se anuda
a la mano de un hombre con la cruda
licencia de una esquina solitaria.
(Respetuosamente, Don Borges) Carlos Levy
HERÁCLITO
El agua, hasta donde no vuelve a pasar
Acaso una ola no es todas las olas
una lágrima todos los dolores
un recuerdo toda la memoria...
Tú, dime, hásta dónde te ves en cada cual
de los otros que pasan
ola, lágrima, recuerdo,
en un río de gentes donde todos son uno...
Juan Carlos Labat
TEMPLO SAGRADO
Era un templo de los Incas
por un camino de pumas y monos lentos
Solitarias algunas ruinas
en el lugar alto de los Tigres
lejos del mundo
llegué a la montaña
Imaginé el grito de llamas y alpacas
El sol tocaba los árboles más altos
pasaba como el vuelo
y comenzó el silencio
La noche fue mi miedo
La sombra de un gatopardo se agitó velozmente
Me refugié en la casa de una hechicera
En su interior brillaba un candelabro
Sobre su mesa hierbas y ramas
De regreso me desplomó la fiebre
Bañé mi cuerpo
y curé mis pies
Cuando crucé la plaza y el reloj de sol
en vano miré hacia atrás:
un cierto rumor de vida de aquellas voces
que en la imaginación nos hablan
a menudo esconden un enigma entre los hombres
Adelina Lo Bue