Procesando...


Los Ojos

Grupo ALEPH, ANTOLOGÍA I (1997)

Cómo se estorban las hormigas y los astros.
Ya no cabemos. Ni el amor de los perros
ni los dientes de un piano
tienen espacio puro para trotar y enloquecer subiendo por
el filo de una espada.
Sólo tus ojos claros pudriéndose en el tiempo han quedado
fuera.
No cabe ni una lágrima perdida,
ni una gota de lluvia reflejada,
ni la tiniebla:
apenas cabe aún
el recuerdo de tus ojos claros pudriéndose en el tiempo.
Hemos cerrado el mundo atroz y respiramos
el mismo tedio, los besos con espinas, esas flores nacidas
en el humo,
la pesada fragancia de los cuerpos dormidos
en un barro de estrellas caídas, fatigadas, sin cielo.
Nuestros nombres gastados yendo y viniendo
como una sola corola de tiniebla que hace eco en la nada.
Vengan a comprobar cómo hemos hecho de las cosas
un bloque sin perfume.
Ha cerrado la noche hasta el último párpado:
nos estorbamos, ciegos, trasladando papeles y cubriendo
la última ola viva:
hemos perdido el nombre, remamos, solamente.
Fuera quedó la vida,
sólo tus ojos claros pudriéndose en el tiempo,
remamos, solamente.
Amor que fue dulzura, ojos que fueron labios,
dientes que fueron agua, silencio que fue canto,
nada queda aquí dentro, nos hemos devorado todas las
primaveras
en un salto de tigre.
En la piel ya tenemos la marca.
Un ángel con escamas da gritos en la sombra, y no lo vemos.
Sólo vemos aquellos ojos claros pudriéndose en el tiempo,
aquellos ojos claros que nos amaron pudriéndose en el
tiempo.

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Fernando Lorenzo
1924-06-11 1997-08-28
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