Es claro que la señorita dio la orden: Scudero
pase al frente, tome la almohadilla y borre.
- ¿Qué?
- Todo
lo escrito en su vida.
- ¿Paa qué?
- Para que no recuerde las apuestas perdidas.
- Pero es que también tuve ganancias.
- Scudero no sea gil,
esas también son pérdidas porque ya no existen,
se las llevó el viento zonda. Borre todo.