Un niño muy antiguo digo un niño
con ropa muy de ayer me mira
desde una ventana, parece
como de diez años y no hace un gesto, observa.
Tiene seriedad de muerto
pero está vivo, está
¿cómo testigo de qué? ¿de mí?
¿o es que piensa soy el mismo él?
Desde su soledad, desde la incógnita
de su mirada inmóvil observa.
¿Qué estas haciendo ahí?
¿palpando la terrible unidad del tiempo?
¿las flores
que inocente de mí sostengo todavía
para que se sequen? ¿qué miras,
la escalera de huesos por donde llegué
a este juego de mi amor ciego?
Me siento en la cama,
enciendo la luz y él se apaga, vuelve
al nido de fantasmas donde habita
y a veces sale para ver qué pasa
a través de mí.